-no relates-
Supongamos esto, una noche de sábado, 00:56 p.m. temperatura de la noche frívola, un cigarro a la mitad, media luz de una lámpara rustica y una música tan tenue que me evoca aquellos llantos antiguos. Ojos húmedos y con ojeras, 18 horas narradas este día…han sido bastantes, un hombre no podría relatar tanto tiempo, pues en sentimientos caería de locura. Ahora no supongamos, sábado 00:56 p.m. espero noticia de ella, la temperatura baja conforme las manecillas avanzan, cigarro tres cuartas partes, no hay noticias de ella siento que la lámpara se oscurece, la música acompaña al tic de nerviosismo, sin noticias de ella (para esto han sonado 2 veces el teléfono y no es para mi) mis ojos si están húmedos y sin sueño (que mejor, dormir y no sentir esto) sábado nocturno y las reglas humanas me rumoran que en fiesta tendría que estar (debería) y me hallo colmado de vigores ¡De nuevo otra llamada! (Por que no habla) le subo a la música, ya es todo y no puede cesar los bramidos que escucho, mezclado con risas. Están hablando de mi, lo se, se burla de que yo me encuentro en una silla negra y con lagrimas. Hablan en su carro juntos, ya es noche (¡no hay noticias de ella!) ¿Le besara? ¿Se dejara? Esa seria la pregunta primordial. Me tiemblan las manos, están frías, pero las de alguien la estarán tocando, sus manos no están en constante movimiento (fumo otro cigarro) no creo soportar mas, pues aquella confianza se desvanece cada vez mas, no quiero hablar ¡no deseo interrumpir! Tengo que hablarle. No para que. Si. Un cigarro más fuerte. Eso si.

Otro ataque… espero no sea demasiado fuerte.
02:16 Veo el teléfono, no suena, yo no soy el que arruinara todo ¿Por qué me siento así? Me estoy volviendo loco, estar sentado con esa visión, siento frió pero ya no se si hace. Sentado, con esa imagen fija tallada en mi cabeza, me siento tan entupido, no puedo arrancarme el cabello. Debo confiar en ella. No quiero pensar en el mañana que pudimos haber tenido, una y otra vez corre por mi cabeza, estas cosas que quiero decirle. El teléfono de nuevo ya marco, me dice hola, no le creo, me dice te amo, lo dudo, como puede ser que lo dude. Me dice mañana nos vemos, no me creo capas, no aguanto el frió.
Armo, la doblo con suavidad, tomo agua pues mi boca se resecara, cierro la puerta, pues el olor se escapara, humo, el humo me tranquiliza… esta bastarda experiencia, no la quiero recordar, que no relate mañana… si es que llega…
-Sueño de anoche-
Las palabras son inútiles para sugerir el horror de aquel espantoso espectáculo…
No se como empezó, de cómo la vida de una damisela paso a ser lo lúgubre de una sombra. 05:55 mi corazón truje como un trueno nocturno, un fenómeno que nadie escucha a esas horas. Eh visto lo peor, ya no quiero cerrar los ojos y ver de nuevo mi terror. En 2 horas veré el amanecer y no será hermoso pues el sudor de ahora es tan frió que ni mi aliento es capaz de borrar esos segundos que me desconectaste ¿Qué es real? Alguien dígame para decir lo que acumularon mis pupilas. En principio, seducida ella por aquel hombre, que de la mano se entrelazan, macho por naturaleza con tejidos oscuros llenos de un estilo alternativo. En las manos, llenas de decadentes drogas en aquellas mallas, esa mezcla de lujuria se sostenía en un sillón de un color innombrable. ¿Pasión? No, eso no era, quizá solo en las mas oscuras noches de algún país lleno de libídine podría conjurarse ese acto…en el instante que mi respiración se corto por los gemidos de mi damisela, supuse que no dejarían desperdiciar el tiempo para ver a un hombre, que sus ojos ya eran líquidos. Logre ocultarme detrás de una puerta y sentí que en ella misma rasgaba su material por aquellos baladros de de excitación nocturna. Que son treinta segundos, una mínima parte de un tiempo contado, y si ese tiempo fuese áspero, sigue siendo nimio su período, ese cronometro de lágrimas nadie quisiera empuñarlo pues lo agudo del dolor es innombrable. Aun escuchando aquella sinfonía desafinada de bramidos puede entrar en el proceso llamado “duelo”, prefiero no mencionar lo siguiente de esos momentos (que para la cuenta humana es banal) pues no podría descifrar tal locura. Abrumado intente notarme en la estancia, y logre salir de la misma. Jamás… jamás mi lóbulo temporal medio podrá devastar esa recordación (eh pensado en golpearme el hipocampo, de ser posible… me expediría de aquella nefasta visión) que es parecida a una fotografía que dieron mis ojos al pestañar simulando el clic de un lente. Ella se encontraba de frente hacia esa presencia de morbosidad, con vestimenta de igual manera, negra, transpirada, acariciada… funesta, se diría exacta para una ocasión parecida a un ritual como aquel. Esos brazos, las manos… ¡nauseabundo el movimiento de sus manos! Su pelvis, tenia la armonía que podría tener un demonio, aun así logre salir de la estancia.

Es insignificante hablar después de salir del cuarto lóbrego lleno de legiones oscuras, pues una despedida para ella es inapreciable e inhumanamente vista. Y el recuerdo acaba. De regreso a la sala del liturgia, se que suena imposible el seguir de pie si el corazón deja de latir, pero en esta visión así lo fue, de nuevo ella, de rodillas y manos sostenida, cabeza agachada, dando una reverencia a su aquel dios nocturno a pesar de no estar de frente ante el, su cabello se movía como serpientes en celo, sus ojos en plena visión al igual que sus labios en forma de pronunciación de una O, pero su garganta producía ruidos que hasta el mas oscuro músico se estremecería. El, su rostro en un lugar donde los libros sagrados no pueden mencionar tal lujuria, lengua, ojos, dedos, todo fétido para cualquiera que viese aquella unión de infieles. Todo un acto que no necesite ver mas, pues mis ojos no me dejaban, y su presencia me asfixiaba. No necesito relatar mas, o en su defecto nombrar mas detalles…no importa… el final, no lo se, sin importancia, si corrí o caí al suelo, donde pertenecía en ese cuarto, no lo se, sin importancia… pues ella ya tuvo su sesión… otra vez…
Creo que no notaste mi presencia pero… gracias
En este momento puedo sentir
Que no hay manera de saber por que
El pétalo que callo durante la noche
Nadie lo pudo oír
Quien puede decir
Como van
Tan libres como el viento
Ojalá aprendieras
Por que tu manera
No tiene forma de cambiar
Algo más de esto
No hay nada y lo sabes
Además de el.
Dime una cosa
Además de el.
No hay nada